Negro e inclemente se presenta el futuro. Ominoso. Más negro e informe que la más negra de las noches, sin su belleza, sin su entrega, sin sus cálidas promesas...
Pero no hay que olvidar que tenemos armas, no, no sólo dientes, y uñas y codos y rodillas, y orgullo que nos haga avanzar incluso con el alma destrozada como bandera. No en vano somos las únicas criaturas capaces de soñar estando despiertas.
Si ha de venir, que venga. Podemos estar solos, pero no desarmados
Recordadlo
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