
Michal Karcz en Deviantart
Sigo soñando que vuelo,
que alzo los pies del suelo negro.
He sido testigo y carne
de miles de horas sombrías,
lentas como millares de días,
tú, jugando a ser pájaro conmigo
has llenado de luz
esta yo que era pozo sin salida.
Pero no podemos volar,
ni mantenernos a salvo
ni alejarnos en realidad,
ni en sueños, ni antes ni ahora,
del eje mismo de la memoria.
Y permanecemos juntos,
pese a la inefable atracción,
rodeados de sombras
tuyas y mías,
quizá porque sólo juntos somos,
quizá porque solos nada somos.
Porque se es lo que se es,
estandarte oscuro y fuerte
de cuanto se ha sido.
Y aunque ahora seamos camino
miedo y tristeza y soledad hemos sido.
Y aunque ahora compartamos luz,
luces humildes y pequeñas ante la nada,
como fuegos fatuos robados
conscientes de que
no se puede ganar,
siempre hemos estado pérdidos.
Y aunque nos sirvan los corazones de brújula,
el amor de mapa de todas las ilusiones,
no podemos volar,
nos ancla y retiene
la tierra negra y pesada,
que recuerda siempre a todos sus hijos,
y más a los que como nosotros,
han sido partes del abismo.
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