miércoles, 16 de febrero de 2011

Abajo

En mayo de 1863, el profesor Lidenbrock, en su domicilio de Hamburgo, inspeccionaba con deleite un libro de aspecto antiquísimo que acababa de comprar. Se trataba de una copia manuscrita de la saga Heimskringla de Snorri Sturluson. En la cara interior de la cubierta aparecía el nombre de su anterior dueño, Arne Saknussemm. Mientras Lidenbrock lo hojeaba cuidadosamente, se desprendió de entre las páginas una nota suelta, una anotación extraña. Estaba escrita en caracteres rúnicos y su significado despertó la curiosidad del profesor y de su sobrino Axel. Curiosidad acrecentada una vez que, habiendo sustituido cada signo por su equivalente en el alfabeto latino, no hubo forma de encontrar sentido alguno hasta que Axel, en un golpe de suerte, dio con la clave. Bastó con leer el texto al revés para descubrir un mensaje comprensible: In Snefells Joculis craterem quem delibat umbra Scartaris, julii intra kalendas descende, audax viator, et terrestre centrum attinges; quod feci. Es decir: Viajero valiente: baja por el cráter de Snaefellsjökull que la sombra de Scartaris roza antes de las calendas de julio y llegarás al centro de la tierra. Yo lo hice. Arne Saknussemm.

Julio Verne en “Viaje al centro de la tierra”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario