domingo, 31 de enero de 2010

Snow flakes






Another incredible proof that our nature is amazing. Stunning snowflake photos with much detail!
Next time you walk on snow remember that you're destroying millions of beautiful wonders.

See moore:
http://ak87.deviantart.com/
http://akikorhonen.org/

viernes, 29 de enero de 2010

¡Que vienen los mostruos!



Apuntaos si podéis a estos talleres organizados por la Asociación de Agencias de Publicidad de la Comunidad Valenciana.

¡QUE VIENEN LOS MONSTRUOS! – Talleres de Miedo con verdaderos fenómenos de la Publicidad se celebrará en Alicante y Valencia a partir del 15 de Enero, y dará a los asistentes la oportunidad de conocer de primera mano los secretos de algunos de los principales profesionales del sector:

JOSÉ MIGUEL ALONSO (Focus), ÀLVAR SUNYOL (Bassat Ogilvy Madrid), ANTONIO MONTERO (Contrapunto y Club de creativos), JOSÉ MARÍA RICARTE (Autónoma de Barcelona), RAMÓN OLLÉ (Grey), GONZALO FIGARI (D6), JUAN CARLOS SALAS Y ORIOL BOMBI (McCann), JORGE CUBAIN (Havas media), LUIS MIRANDA (Wysiwyg), GUILLERMO VIGLIONE (Dimensión).

http://www.imaginarte.com/v3/

El humo bailando con el aire










Sometimes "going up in smoke" can be a good thing

Natural smoke (and its Photoshop variety) seem to become more and more a media of choice for artistic expression. Artists inherently like smoke for its flux and dynamic properties, and the public seem to enjoy asking the perennial question "What were they smoking?" when seeing a radical and challenging piece of art.

Today, we'll feature some examples of "smoke art", and marvel at how such an elusive substance can be possibly herded into fascinating shapes.

http://www.darkroastedblend.com/2008/08/sublime-sensual-smoke-art.html

Paper puppets & vintage art






Crankbunny is an animation director by day and paper puppet magic rabbit fish at night.

This shop sells all sorts of different paper puppets, greeting popup cards, and other paper novelities designed and handmade by the artist Crankbunny. All the goodies in this shop are created, cut, and produced by one set of hands; printed in the United States of America; and carefully shipped in recycled/reusable materials.

Visit to view the animated work of Crankbunny, and shop

"Some things in life are slick, polished and blatantly obvious. But for Crankbunny, these are exactly the things she shies away from. Instead, she's more inclined to explore timeless concepts like subtly, curiosity, texture and awkwardness. Her hand-drawn and animated creations are often described as dark, sometimes noir and always magical."

martes, 26 de enero de 2010

Ronda de Noche de Terry Pratchett

«Nunca, nunca amenacéis a nadie con la espada a no ser que vaya en serio,
porque si decide veros la apuesta entonces os quedáis
sin muchas opciones, y todas son malas.»

"Ha llegado la primavera, las lilas han florecido, su esposa Sybil está a punto de dar a luz a su primer hijo y su excelencia Sir Samuel Vimes, duque de Ankh y comandante de la Guardia de la Ciudad tiene que enfrentarse un día más a las tediosas obligaciones que ahora comporta su cargo. Una hora después, sin embargo, ya se ha lanzado en persecución de Carcer, el asesino en serie que está sembrando el caos en Ankh-Morpork. Lo tiene acorralado en el tejado del edificio de Altas Energías Mágicas de la universidad, cuando una tormenta los alcanza a ambos y los traslada en el tiempo y el espacio. Cuando Sam Vimes recobra el conocimiento, está tendido en una calle de Ankh-Morpork. En la mejor tradición de la ciudad, ya le han robado todo. Parece que nadie le reconoce. Y es que ha viajado treinta años atrás en el tiempo. Para que el tiempo vuelva a su curso y él pueda regresar a su casa, Vimes deberá asumir el papel del hombre que fue su mentor en el cuerpo de policía: John Keel. Y como el nuevo sargento John Keel (feliz porque vuelve a hacer la ronda, patear las calles y hacer el trabajo de policía que verdaderamente le importa) empieza a adiestrar a toda una generación de guardias jóvenes e inexpertos, entre ellos un jovencísimo Sam Vimes. ¿Primera lección?: antes que seguir a ciegas una orden, deben decidir si esa orden es la correcta. Mientras, el asesino Carcer y sus tiránicos aliados han convertido la metrópoli en un lugar opresivo donde se está cociendo una revolución (al grito de: « ¡Verdad, justicia, libertad, amor a precios razonables… y un huevo duro!»). Así que nuestro héroe toma el mando de las fuerzas del orden para detener el baño de sangre, aunque tenga que interrumpir a menudo el camino hacia la gloria de sus hombres para volver a explicarles en qué lado están de las barricadas y aunque ello pueda impedirle regresar al presente."

Por fin nos la han traducido y puesto a la venta, la que según todos es su mejor obra, muy inteligente, oscura y desencantada. Aún no lo he terminado, siempre me pasa con los libros que llevo tiempo esperando, el ansia me empuja a leerlo tan rápido como pueda, la mente a disfrutarlo a pocos, como un buen té muy caliente, y me retuerzo entre sus páginas como deseperada, deseando terminar y al tiempo que dure eternamente...
Y en esas estoy, porque no hay un buen lugar intermedio entre ambas necesidades, a caballo entre los párrafos y la historia.
Me encanta la serie de la guardia, es donde Pratchett se muestra más oscuro y real, porque estos libros suelen ser más morales que graciosos, son acusatorios, son sinceros, y crueles, y ahondan tan bien en los abismos humanos que a veces asusta un poco... Os lo recomiendo completamente.

Monstruos



Las buenas ideas, brillan. Este cartel publicitario para Sky F1 de la agencia Advertising, 1861 United, Milan, no sólo es original, es brillante, elocuente y una historia completa en sí mismo. Realmente bueno.

http://www.fubiz.net/2009/03/31/sky-f1-monsters/

Ferocidad








Sam Weber's paintings are rich in colour, and full of emotion. He paints a dark world of vampires and demons, yet sustains an elegant, classical feel to his illustrations.

http://sampaints.com/

domingo, 24 de enero de 2010

Un poco de dulzura para los días raros




Dulcísimos wallpapers de tablefy.com

Plasma Dunnys




Dustin Cantrell combines plasma globes and designer toys to make these beautiful, interactive Plasma Dunnys, and is currently the featured custoMONDAY artist. He made a limited run of just four metallic silver Plasma Dunnys for ToyCyte.

Dustin Cantrell´s blog:http://www.anomicbomb.blogspot.com/
ToyCyte Store: http://www.toycyte.com/toycyte-announces-new-storefront-venture

Mayhem and Chaos in Snow Globes









Walter Martin y Paloma Muñoz son genios creando hermosas y trágicas historias. Cuando te acercas a sus creaciones con apariencia de juguetes antiguos y llenos de inocencia lo que haces es asomarte a un mundo actual sumido en el caos. Solitarios caminantes, errantes criaturas que sobreviben en un mundo helado, detenido y al tiempo peligroso, un mundo que sorprende y llena de aprensión, que hace comprender que es mucho más frío de lo que se puede imaginar, donde cada criatura está fuera, perdida, de sí misma.

TRAVELERS es el nombre de la obra, el caos, la luz y el abismo humanos contenidos en breves paisajes, en breves momentos... todo tejido con un lenguaje onírica y lleno de hermetismo. El mundo todo, cercado en la dimensión finita del globo. Una gozada.

http://www.martin-munoz.com/main.html

jueves, 21 de enero de 2010

Creepy, cold & deep










A diferent forest by Brooks Salzwedel at Nucleus gallery.
http://gallerynucleus.com/detail/8343?page=3

lunes, 18 de enero de 2010

Hoy, un poco de Saki



Nació como Hector H. Munro en Akyab, el golfo de Bengala, donde el padre era inspector general de la policía de Birmania, provincia entonces de la India. pero pronto cambiaría su firma por “Saki”, un personaje de las Rubáiyát, del persa Omar Khayyam. Graham Greene lo nombró “el mayor humorista inglés del siglo XX”.

Borges fue más lejos: lo comparó con Oscar Wilde. En el volumen n° 28 de su célebre colección La biblioteca de Babel, que recopiló doce de sus cuentos —pequeñas obras maestras—, lo presenta de este modo: “Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde”.

De todos sus cuentos varios pueden ser considerados clásicos del género, “Tobermory”, la historia del gato enseñado a hablar por un científico. Ninguno de los dos logrará la gloria, pues la sociedad prefiere olvidar el descubrimiento antes que desvelar los pequeños secretos burgueses que un gato con libertad de entrar en lugares indiscretos pudiera revelar. “Sredni Vashtar”, el preferido por Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares, narra la historia del niño que mediante un conjuro consigue que un hurón mate a su tutora, la que “ni en momentos de mayor sinceridad, se habría admitido a sí misma que Conradín le resultaba antipático, aunque quizá tuviera la vaga conciencia de que frustarlo ‘por su bien’ resultaba un deber que no le resultaba especialmente fastidioso” . “El huevo de Pascua”, una insidiosa ofrenda hecha por un niño a un autarca de un principado centroeuropeo, aborda el tema del terrorismo.

La ironía alcanza con Saki uno de los puntos máximos en la historia de la literatura. Nunca veremos absurdos consuelos de última hora.

En 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial, Saki se alista como voluntario en el ejército. Tenía apenas cuarenta y cuatro años.

Poco tiempo después rechaza un ascenso que lo alejaba del frente.

Se prepara la última página de su vida, el criterio estético es el mismo que guió todos sus cuentos.

Es 1916. La noche ha caído en Beaumont-Hamel, Francia. Saki está escondido en una trinchera, con el 22º Batallón de los Fusileros Reales. Poco antes de que un francotirador lo mate, se le escucha gritar: “¡Apaguen ese maldito cigarrillo!”

Y aquí os dejo uno de los más amargos, y también de los mejores:

La reticencia de Lady Anne

Egbert entró a la amplia y oscura sala como quien no está seguro si está entrando a un palomar o a una fábrica de bombas, pero que está preparado para cualquiera de las dos eventualidades. La habitual discusión doméstica a la hora del almuerzo no había tocado su fin, y la cuestión era saber hasta qué punto Lady Anne deseaba reanudar las hostilidades o renunciar a ellas. Su postura en el sillón junto a la mesa de té era casi elaboradamente rígida; en la penumbra de aquel atardecer de Diciembre, los lentes de Egbert no lo ayudaban a discernir la expresión de su rostro. A modo de intento de romper el hielo que pudiera flotar en la superficie, Egbert hizo un comentario sobre la mística luz que bañaba aquel instante. Tanto él como Lady Anne estaban acostumbrados a hacer esa observación entre las cuatro y media y las seis en las tardes de invierno y fines de otoño; era parte de su vida matrimonial. No había ninguna respuesta fija, y Lady Anne no dio ninguna.

Don Tarquinio yacía tendido sobre la alfombra persa, gozando del calor de la chimenea con total indiferencia al posible mal humor de Lady Anne. Su pedigrí era tan inmaculadamente persa como el de la alfombra, y su pelaje ingresaba ya a la gloria de su segundo invierno. El sirviente, que tenía tendencias renacentistas, lo había bautizado Don Tarquino. Si hubiera sido por ellos, Egbert y Lady Anne lo hubieran llamado indefectiblemente Michifús, pero no eran obstinados. Egbert se sirvió una taza de té. Como el silencio no daba señales de romperse con iniciativa de Lady Anne, se dispuso a hacer otro esfuerzo.

-Mi comentario durante el almuerzo tiene una aplicación puramente académica -anunció-. Tú pareces haberle dado un sentido personal innecesario...

Lady Anne mantuvo su defensiva barrera de silencio. El pardillo llenó el intervalo con un aria de Ifigenia en Táuride. Egbert la reconoció de inmediato, porque era la única melodía que el pardillo silbaba, y había llegado a ellos con la reputación de hacerlo. Tanto Egbert como Lady Anne hubieran preferido algo de El alabardero del castillo, que era su ópera favorita. En materia artística, tenían gustos similares. Se inclinaban hacia el arte honesto y explícito; un cuadro, por ejemplo, que contara su historia con la generosa asistencia de un título. Un corcel sin jinete, con las guarniciones obviamente desarregladas, que entra a un patio lleno de mujeres desfallecientes, y que lleva el título “Malas Noticias” les sugiere sin dudas una catástrofe militar. Pueden comprender lo que significa y explicarlo a amigos de menor inteligencia. El silencio continuaba. Como regla general, el descontento de Lady Anne se volvía articulado y marcadamente locuaz después de cuatro minutos de silencio introductorio. Egbert tomó la jarra de leche y sirvió un poco en el platillo de Don Tarquino. Como el plato estaba lleno ya hasta el tope, una desagradable inundación fue el resultado. Don Tarquino la observó con sorprendido interés, que se transformó de a poco en elaborada indiferencia cuando Egbert le ordenó que bebiera lo que se había derramado. Don Tarquino estaba preparado para desempeñar muchos roles en la vida, pero el de aspiradora no era uno de ellos.

-¿No crees que estamos comportándonos como unos tontos? -preguntó Egbert jovialmente.
Si Lady Anne lo pensaba, no lo dijo.
-La culpa ha sido en parte mía -continuó Egbert, con menor jovialidad-. Después de todo, soy un ser humano... Pero tú pareces olvidar que no soy más que un ser humano...

Insistió en ese punto como si se hubiera sugerido infundadamente que su constitución se asemejaba a la de un sátiro, con prolongaciones cabrunas donde finalizaba lo humano.
El pardillo recomenzó su aria de Ifigenia en Táuride. Egbert comenzó a deprimirse. Lady Anne no estaba bebiendo su té. Tal vez no se sentía del todo bien. Pero cuando Lady Anne no se sentía del todo bien, no solía mostrarse reticente al respecto. “Nadie sabe lo que me hacen sufrir las indigestiones” era una de sus frases favoritas, pero esa falta de conocimiento sólo podía deberse a la audición defectuosa de los demás, pues la cantidad de información disponible sobre el tema hubiera suministrado material suficiente para una monografía. Evidentemente, Lady Anne no se sentía bien. Egbert comenzó a pensar que no merecía el trato que estaba recibiendo. Naturalmente comenzó a hacer concesiones.

-Me atrevería a decir -observó, moviéndose hacia el centro de la alfombra tanto como le permitió Don Tarquino- que la culpa fue mía. Deseo, si puedo hacer así que las cosas vuelvan a ser felices, emprender una vida mejor...

Se preguntaba vagamente cómo sería posible hacer esto. En la edad madura, las tentaciones aparecían sin mayor insistencia, como un niño pobre que pide sus regalos de navidad en febrero por la simple razón de no haberlos recibido en diciembre. No tenía más intención de sucumbir a las tentaciones que la que tenía de adquirir los cuchillos de pescado y las estolas de piel que las damas se ven obligadas a sacrificar a través de las columnas de avisos durante doce meses al año. Sin embargo, había algo impresionante en su voluntaria renuncia a posibles enormidades latentes. Lady Anne no dio señales de estar impresionada.
Egbert la miró nervioso a través de sus anteojos. Llevar la peor parte de una discusión con ella no era experiencia nueva. Llevar la peor parte de un monólogo era una novedad humillante.

-Debo ir a vestirme para la cena -anunció en un tono en el que intentó poner alguna sombra de severidad. Antes de cerrar la puerta, un acceso final de debilidad lo impulsó a hacer un nuevo intento:
-¿No estamos comportándonos como unos tontos?
-Como un tonto, sí -fue el comentario mental de Don Tarquino al cerrarse la puerta detrás de Egbert. Luego levantó en el aire sus patas aterciopeladas y saltó suavemente sobre un estante de libros inmediatamente inferior a la jaula del pardillo. Era la primera vez que parecía notar la existencia del pájaro, pero estaba llevando a cabo un plan de acción largamente meditado. El pardillo, que se había creído una especie de déspota, se encogió de repente hasta casi la tercera parte de su tamaño normal, para sucumbir luego con un inútil aleteo y estridentes chillidos. Había costado 27 chelines sin la jaula, pero Lady Anne no dio señales de intervenir. Hacía dos horas que estaba muerta.

Bruma y la luz



Ya no hay hielo y ha bajado el frío, y a veces se cuela algún rayo de sol entre las nubes, aún tan bajas y siempre tan blancas. A mi gata le atrae la luz como si fuera algún tipo de flor, todo su pelo crepita como la mies en verano, sus ojos son pozos de luz... el otro día nos sentamos juntas al lado de la ventana, y las dos, los ojos entrecerrados, nos dejamos hechizar, paralizadas de felicidad, por todo ese inesperado calor dorado. Ojalá tuviéramos algún tipo de acumulador interno que nos permitiera guardar calor para más adelante.

jueves, 14 de enero de 2010

Adolie Day, languidez y un desconcertante punto oscuro








Algunos de los trabajos de la francesa Adolie Day, creadora un universo realmente atrayente, uno que aún lleno de luz y de símbolos dulces y asociados a la ternura tiene un aire inquietante y distinto, oscuro y profundo. En su blog muestra, además, cómo han ido evolucionando esas ideas para formar un todo con los productos de la genial casa La Marelle de la que soy devota: cuadernos, colgantes, broches...

http://adolieday.blogspot.com/