Hay cosas que nunca nos preguntamos, la costumbre aleja la duda, mata el asombro, y todo acaba dándose por sentado. Como la mayoría de los niños estadounidenses, que piensan que la leche se fabrica en los supermercados y no acaban de comprender porqué dibujan vacas en los briks en los que la envasan. Así, ante preguntas que nunca se hacen se confrontan planteamientos que terminan siendo indiscutibles, aunque/y quizá innecesarios: como esta la fábrica de cursores. (O Dios)
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