lunes, 3 de mayo de 2010

El oscuro universo de los cuentos










Se ha montado un gran revuelo con la acusación que el Ministerio de Igualdad ha hecho a los cuentos de los de antes de machismo, lo que no entiendo es el porqué la mayor parte de la gente pasa por la vida sin verla realmente: gente que sufrió en la escuela se muere por la reuniones de ex-alumnos, los que padecieron pesadillas durante años por las amenazas informes de los adultos: "reza porque puede que esta noche mueras", "duerme o se te llevará el coco", se convierten en los más enconados defensores de contarles eso a sus hijos, y aquellos que se deshacían en preguntas cuando le contaban los cuentos, ahora se ríen de los que los denuncian como algo negativo.
Los cuentos antiguos no sólo son machistas, reflejo de la época desde la que gravitan, son oscuros, violentos y están cargados de una moral cuanto menos, cuestionable. Mata a la dueña de la casa de chocolate y quédate con su casa, ¿por qué no? es vieja y está sola, y vosotros, aunque vuestros padres os hayan dejado para que muráis en el bosque, lo valéis. Miente y serás rey, sé valiente e insensato, egoista y malo, y serás rey. El mensaje que dan a las mujeres es distinto: sé silenciosa, y sumisa, y sacrificada, y serás reina, sirve a enanos, o hermanas malvadas durante toda tu vida, en silencio, y serás reina, sacrifica tu mundo por un par de piernas, que cada paso que des sea dolor, y serás reina, no desees nada, no mires nada, no pienses, y serás reina.
Todo lo que es distinto es malo, todo lo que se sale de la norma ha de ser aniquilado.
¿Y los cuentos rusos, por ejemplo? Tenía una preciosa edición ilustrada de niña, con las tapas duras, las hojas crujían al pasarlas y olía siempre como a nuevo, era un libro precioso... ¡Qué cuentos! Qué pesadillas, todos eran igual además, el poderoso príncipe se llevaba a la campesina tan hermosa que las nubes le tenían envidia y demás sandeces y se pasaba años torturándola: eso sí, antes se casaba con ella por el rito oficial, tenía hijos con otras mujeres, le arrebataba los suyos y no se los dejaba ver, le hacía servir en el castillo o vivir con los cerdos, le hacía dormir al raso o vestir con ropas tejidas con hortigas, y cuando ella, con más o menos ochenta años, demostraba con su silencio y sumisión, que le obedecía en cuanto éste deseaba, entonces había una fiesta, y era coronada de nuevo reina de su sexo, y le dejaban ver a sus nietos. Vergonzoso. Repugnante.
¿Por qué la gente se porprende de que en el siglo XXI se quiera que semejantes mensajes sangrientos desaparezcan?

En fin, aquí os dejo estas fantásticas ilustraciones de Katogi Mari, para los nostálgicos, eso sí, vistas desde la perspectiva de una oriental, que desde fuera siempre se aprecian mejor las sombras:
http://mari.lomo.jp/portfolio.html

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