miércoles, 8 de diciembre de 2010

Que esperen


Akizhao

Que esperen las mañanas, todas
racimos de posibilidades,
Que esperen las noches, todas,
recuento de alas rotas
Que esperen los sueños,
que nos elevan del suelo
Las promesas,
senderos en el agua
Las palabras,
esqueletos de aire cálido
que a los otros nos confrontan,
Tus brazos y tus besos,
anclas a la tierra: final, y encuentro,
de todas las sendas
Que espere el mar,
vientre de todos los espejos,
enseña de lo que ha de acabar,
Hoy quiero ser,
sólo ser,
ajena
a toda belleza
a toda luz
a todo canto,
a esta yo que sueña,
sólo ser,
y volver a creer,
otra vez,
en que puede hallarse una senda

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