Calle en Deviantart
¡Marchemos!
Encontremos Aland, si aún existe.
Llenaremos las leyendas de nuestros hijos,
adornaréis a las mujeres con ámbar y oro
desgajado del confín del mar.
¡Vamos! ¿Qué teméis
si vais conmigo? Risueños
corríais hacia Pronos,
sin dudar me seguisteis en las luchas
en las tierras del este.
Los soldados dudan.
Observan las velas negras.
Ninguno sube a bordo.
Naves como éstas
llegaron a Ilión hace mucho tiempo, Jantes,
cargadas de tesoros imposibles,
de lujos sin cuento, de riqueza inmensa.
Ahora duermen olvidadas,
malditas por los dioses.
No nos ofrezcas el dinero, ni la gloria.
Nada compra la vida,
nada aplaca la cólera de los dioses.
Te seguiremos, Jantes, donde nos guíes,
pero no pasaremos de las columnas del cielo,
del árbol que sostiene el universo.
Buscar Aland es hallar la isla de los muertos;
en las noches lóbregas las almas toman los barcos
y navegan hasta el amanecer.
No queremos verlas.
Bien está que existan misterios en la tierra.
Espido Freire
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