sábado, 2 de mayo de 2009

¿Qué saben las cosas?

El misterio de las cosas, ¿dónde está?
¿Dónde está él que no aparece por
lo menos para mostrarnos que es misterio?
¿Qué sabe el río y qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más que ellos,
¿qué sé de eso? Siempre que miro las cosas
y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
río como un riacho que suena fresco en una piedra.


Porque el único sentido oculto de las cosas
es no tener ningún sentido oculto.
Es más extraño que todas las extrañezas
y que los sueños de todos los poetas y
los pensamientos de todos los filósofos
que las cosas sean realmente lo que parecen ser y
no haya nada que comprender.


Sí, he aquí lo que mis sentidos aprendieron solos:
Las cosas no tienen significación: tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.
Cuando la hierba crezca encima de mi sepultura.
Sea ésa la señal para que me olviden del todo.
La naturaleza nunca se acuerda, y por eso es bella.
Y si tuvieran la necesidad enfermiza de “interpretar”
la hierba verde sobre mi sepultura,
digan que continúo para verdecer y ser natural.


XXXIX Alberto Caeiro (Seudónimo de Fernando Pessoa)

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