martes, 14 de abril de 2009

De Cacería

Creo que a veces los libros nos escogen a nosotros y no al revés. Me gusta ir a la biblioteca pública, a deambular entre el caos en el que suelen estar los libros, mezcladas las materias y las ideas, los fracasos y las luces en el fragor dictatorial del orden alfabético, a ver si algo me llama, algo distinto a lo que suelo escoger u ojear, y he "encontrado" cosas maravillosas, la serie de Michael Lawrence sobre los Aldous, una pequeña familia en el vórtice de mil puertas de los universos paralelos que se abre cada vez que se elige. Una historia suave, cotidiana, oscura y a veces cruel en la que los adolescentes protagonistas, dos, son ya un reflejo paralelo e irreal del otro. El mismo mundo, los mismos padres, la misma casa, y dos reflejos de una misma cosa. Muy agradable. Así que muchas veces me siento de cacería entre los pasillos estrechos de las bibliotecas. Perdida y sin ganas de encontrarme, en fin, yo soy de las que no sabrían qué hacer, en serio, con el mapa del tesoro, aún hoy me tienen que ayudar para entender el de la Tierra Media, y a pesar de conocer bien el libro, me cuesta seguir sobre él (lo enmarqué para verlo más a menudo) la ruta que siguen el pobre Frodo y el buen Sam. Me gustaba más mi otra Biblioteca, la de Algorta, en un palacio, pequeña, de madera, con el archivo en el último piso, bajo las vigas de madera oscura, con el tejado inclinando los estantes, era pequeña pero realmente completa, al menos para mí, que peco de friki. La actual, la más grande de Vitoria, en cambio, es enorme, muy bien surtida, blanca y luminosa, con salas distintas, con niños leyendo enormes libros de ilustración y sesiones de cuentacuentos y señores con los periódicos. Pensada para nutrir a estudiantes y leedoras compulsivas de bestsellers, con una buena hemeroteca. Pero tecleas Pevel en la pantalla y nada. (Pierre Pevel Las Sombras de Wielstadt) Ay, cómo echo de menos mi biblioteca. De allí siempre volvía satisfecha y cargada... Me he puesto sentimental, lo siento. Sólo quería mencionaros a Lawrence.

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